Sólo un barquito...

Sólo este barquito de papel puede hacer que mis  sueños naveguen en el mar de los amantes, que mis ojos  decidan naufragar en el regazo de los altares,  que mis manos se diluyan en el mar de un cielo de ilusión y una brisa romántica me incite a interceder por alcanzar  el silencio que te clame. Una noche, un día, un amanecer... sólo un instante,  nada más se necesita para enloquecer a los sentidos  más notables, en un vaivén de sublimes frases que  le piden permiso al cielo para dejarme sin aire,  que le exigen al sol que sus rayos iluminen los senderos  que me traes. Y salgo a la deriva, y los remos reciben la energía de  visiones de esperanza, la corriente se torna brillante y calma, el horizonte se siente en la piel y se bebe en el alma  y allí está... se puede ver... se siente... se apodera de  las horas del mañana.... se filtra por los poros de la ansiedad  más mundana, logrando establecer un puente mágico  y sincero que eleve al espacio las palabras más preciadas:  un te quiero con orgullo...un te quiero desde el alma...